El estucado decorativo no es precisamente una técnica de pintado de paredes, aunque les da una muy buena apariencia, las colorea y protege. El efecto conseguido es similar al mármol, otorgándole ademas de todo lo dicho anteriormente una suave textura y brillo aterciopelado. Su aplicación se realiza en interiores.
El material que se utiliza para la aplicación de esta técnica es el estuco, especie de pasta que se la puede colorear, y disponible en la mayoría de tiendas de pintura o de elementos de construcción.
Algunos de las herramientas para realizar un estucado son las espátulas, llanas de acero, papel de lija, trapo o estopa. Y entre los materiales necesarios contamos el estuco, el tinte para teñirlo, imprimación selladora o fijador sellador, y cera.
Preparación de la superficie para estucado
La superficie debe encontrarse pareja, seca, libre de grasas y de polvo. Si las paredes tienen imperfecciones trata de repararlas como se lo hace previamente a la aplicación de cualquier tipo de pinturas. Una vez hechas las reparaciones es hora de sellarla con una o dos manos de imprimación o fijador sellador preparado según las indicaciones del envase.
Las superficies en las cuales se puede llevar a cabo esta técnica pueden ser cemento, yeso, madera o cartón.
Modo de aplicación del estuco
En la mezcla del tinte con el estuco asegúrate de quitar el exceso de agua que tenga y revuelve muy bien para no dejar excedentes de material sin teñir o colorante.
En el momento de la aplicación del estuco extiende por la superficie hasta cubrirla en su totalidad con la llana. En la segunda mano repite el proceso. Aplica las manos necesarias hasta cubrir la superficie o según las indicaciones del envase. Las manos posteriores se deben aplicar cuando aun lo mano anterior se encuentre húmeda.
Una vez acabado el trabajo y secado el material, deberás bruñir o pulir el área con cera untada en el trapo de algodón o la estopa para darle un brillo aun mayor y una delicada terminación.
Fuente: http://www.pintomicasa.com/